Atotxa, el hogar de la Real Sociedad desde 1913 en su inauguración contra el Athletic Club hasta 1993, cuando la Real Sociedad se mudo al estadio de Anoeta. Ubicado en el barrio de Atotxa como su nombre bien indica y se convirtió en un lugar emblemático de la sociedad donostiarra y en símbolo del fútbol vasco durante varias décadas.
Atotxa surge de la necesidad de que los aficionados realzales de aquellas épocas tuviesen un sitio de reunión y de disfrutar del fútbol de su equipo. Atotxa fue un campo que llegó a cambiar bastante, de ser un antiguo velódromo, se destruyó para abrir el que sería el templo de la Real, al principio contaba con una sola tribuna la cual fue heredada de aquel velódromo, poco a poco los habitantes de Donostia y Gipuzkoa necesitaban más espacio por lo que se iba ampliando poco a poco el aforo del campo. Atotxa llegó de tener 13.000 personas de aforo a las casi 30.000 personas que entraban cuando aquel campo mítico del fútbol español diese pie a Anoeta.
Atotxa, se situaba en el barrio de Eguia, bastante céntrico, a minutos de la avenida de la libertad una de las calles principales de Donostia, y a muy poca distancia del paseo de la Concha donde también se encuentra el ayuntamiento de Donostia. El viejo atotxa contaba también con que estaba pegado a la estación de tren Donostia donde se hacía acceso muy fácil desde distintos sitios de la provincia de Gipuzkoa.
Los aficionados de la Real vivieron los mejores momentos del club en Atotxa llegando a ganar dos campeonatos nacionales consecutivos en los años 1980-1981 y 1981-1982 y una copa del rey en el año 1987. El campeonato nacional de 1980-1981 fue emblemático para todos los donostiarras ya que fue el primero en la historia del club desde su fundación en 1909 y se celebró a lo grande en el estadio de Atotxa.
A partir de la temporada 1993-94 la Real Sociedad de Fútbol jugaría en el nuevo Estadio de Anoeta. El viejo estadio de Atotxa todavía se conservó durante unos años más, sirviendo como campo de entrenamiento para un equipo de rugby, antes de su demolición para construir viviendas. Ahora estas viviendas rodean la plaza “Campo de Atotxa”.
Hoy en día, los aficionados más veteranos siguen recordando Atotxa con nostalgia, mientras que las nuevas generaciones de seguidores de la Real Sociedad también reconocen la importancia de este estadio en el desarrollo y crecimiento del club.